Violencia contra la sanidad (parte 1): Militarización de estrategias, destrucción y daño

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“Al río que todo lo arranca lo llaman violento,

pero nadie llama violento al lecho que lo oprime”

(Bertolt Brecht)

 

El 26/04/37 en plena Guerra Civil Española y durante las primeras horas de la tarde, Guernika, una pequeña ciudad de la provincia de Vizcaya, capital tradicional del País Vasco, ardió bajo las bombas incendiarias de la Legión Cóndor alemana que apoyaba al general Franco en la Guerra.

Fue el primer bombardeo indiscriminado de civiles en suelo europeo, parte de un experimento que intentaba determinar los efectos combinados de bombas explosivas e incendiarias sobre población civil. El resultado del horror vivido y la barbarie vivida, impresionó a artistas como Picasso.

 

No solo fue un bombardeo, fue un ataque al centro del daño: no es suficiente tu destrucción y la de los tuyos, también quiero que te duela más allá de lo que imaginas, porque no voy a parar.

Y esto no ha sido sólo un hecho histórico. Ha venido caminando a nuestro lado desde entonces.

Hablar de violencia en estos momentos nos remite a la violencia doméstica, de género, y la violencia desatada en los conflictos internacionales, especialmente en Siria, con las repercusiones indirectas para nosotros, los europeos: desplazamiento de refugiados, proximidad territorial del conflicto bélico, terrorismo islámico, etc.

 

Sin embargo, hay una violencia mucho más amplia, sibilina e incluso dolorosa, eco de la ‘violencia desatada en Guernika’ y cuyo objetivo es mostrar y hacer efectivas amenazas presentes de manera institucional, incluso cuando no hay violencia en el sentido literal o más amplio. Se trata de la denominada violencia estructural. No involucra a actores que infligen daño mediante la fuerza, es una violencia mucho más diluida, anónima y tan dañina como las otras. Hablamos de la violencia que subyace a la corrupción destapada con toda su crudeza en nuestro país, la de los recortes sanitarios y sociales, la de los salarios de supervivencia y hambre que hace que la pobreza haya alcanzado en España a casi el 40 % de la población infantil[1] y, en definitiva, la violencia ejecutada en este gran experimento neoliberal que ha sido la crisis económica reciente.

 

Existe una continuidad entre ambos tipos de violencia, un camino que puede llevar desde el discurso al acto. Empezamos de una manera, continuamos por ella e Irak no queda lejos.

 

  1. En un país (no tan) lejano…

 

Recientemente, los medios de comunicación nos han llevado al horror del último ataque con armas químicas con fecha 04/04/17[2]. Y digo último porque ya había otros antecedentes muy similares no hace tanto tiempo. Recuerden el ataque con armas químicas de Ghouta, llamado ‘La masacre de Ghouta’, llevado a cabo el 21/08/13 en un barrio de las afueras de Damasco, donde murieron alrededor de 1700 víctimas civiles, una cifra estimada porque nunca se ha sabido a ciencia cierta el número exacto. Aún así ha sido considerado, hasta esa fecha, el peor ataque con armas químicas de los últimos 25 años en el mundo[3][4][5][6][7], superado únicamente por el ataque químico a Halabja, Irak (siempre esa zona del mundo), que se saldó con más de 5.000 muertos[8].

 

Al igual que entonces, su autoría fue puesta en duda y las naciones aliadas del gobierno sirio, Rusia, China e Irán, negaron el mismo en alguna de sus formas (autoría, alcance, material empleado, etc.).

 

Sin entrar en otras cuestiones relevantes, uno se pregunta, ¿han fallado los supuestos controles internacionales? ¿No fue la cuestión de las supuestas armas químicas lo que llevó al trío de las Azores (con nuestro insigne presidente Aznar en su interior) a llevar a cabo una guerra en toda regla en Irak, de forma proximidad de Siria y Afganistán?

 

Intentaron hacernos creer entonces que era verdad. Luego, supimos que era una burda colección de mentiras.

 

Y al no saber cómo movernos, y mientras pensamos las respuestas, tenemos al descontrolado de turno para facilitarlas, Donald Trump, que no ha dudado en activar, de nuevo, el lucrativo negocio de las armas con un ‘especial’ despliegue de bombas’.

 

La fabricación de la megabomba MOAB (como también se conoce al artefacto explosivo formalmente llamado GBU-43/B) que se lanzó sobre Afganistán, ha costado 16 millones de USD (el programa de construcción de 20 de ellas ha supuesto un desembolso de 314 millones de USD)[9].

El problema de la violencia en Siria también ha sido recientemente relatado en toda su crudeza en un artículo publicado en la revista Lancet[10], referencia de publicaciones biomédicas en el mundo, en su número de fecha 14/03/17, tres semanas antes del ataque químico publicado, en el que se denunciaba, con múltiples datos, que los gobiernos de Rusia y de Siria han utilizado la salud como arma de guerra, socavando los principios y la práctica de la neutralidad médica en los conflictos armados.

 

  • “La militarización de la estrategia de utilización de la necesidad de asistencia sanitaria como arma contra la población, al privarla violentamente de ella, se ha traducido en cientos de trabajadores sanitarios muertos, encarcelados o torturados, así como centenares de establecimientos de salud deliberada y sistemáticamente atacados”.
  • “La evidencia demuestra el uso de esta estrategia en una escala sin precedentes por el Gobierno sirio y las fuerzas aliadas, en lo que las organizaciones de derechos humanos describieron como una estrategia de crimen de guerra, aunque todas las partes parecen haber cometido violaciones”.
  • “Los ataques a la atención de la salud han provocado un éxodo a gran escala de trabajadores de la salud experimentados. Los desafíos formidables a los que se enfrentan los trabajadores de la salud que se han quedado atrás, sin la atención de la salud como factor determinante en la huida de los refugiados, extienden el efecto mucho más allá de Siria”.
  •  “La comunidad internacional ha dejado en gran medida sin respuesta estas violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos, a pesar de sus enormes consecuencias. Ha habido denuncias rechazadas, con pocas acciones para llevar a los culpables ante la justicia”.
  •  “Esta respuesta inadecuada cuestiona el fundamento de la neutralidad médica necesaria para sostener las operaciones de los organismos mundiales de salud y humanitarios en situaciones de conflicto armado”.

 

Los datos que aporta Lancet son sorprendentes: Más de 800 trabajadores sanitarios sirios han muerto en ataques deliberados desde el año 2011, en su mayor parte procedentes de ofensivas del gobierno sirio y ruso.

 

Los ataques y bombardeos de hospitales y clínicas han causado el 55% de las muertes, según el informe. Le siguen los disparos contra profesionales médicos, (23%), la tortura (13%) y las ejecuciones sumarias (8%).

 

Se calcula que más de 15.000 médicos han huido del país por ser objetivo militar, con el consiguiente impacto en la atención médica básica: Casi un tercio de la población siria habita en la actualidad zonas donde no hay presencia de personal sanitario y otro tercio se encuentra en zonas con atención insuficiente. Casi la mitad de los hospitales han resultado dañados.

Creo que los datos son suficientes y el significado devastador: Privación de asistencia sanitaria como arma de guerra para diezmar la población. ¿No tiene el tinte de un genocidio? Y nosotros, los occidentales, observando.

 

Parece claro que la imagen de la ambulancia con la Cruz Roja pintada atravesando un frente de guerra sin ser atacada es historia. Ahora ya no hay sanitarios y, si los hay, son una especie en extinción.

 

  1. En un mundo que es el nuestro…

 

La OMS ha publicado también, en fechas recientes, un nuevo informe sobre los ataques a la atención de salud en el mundo[i].

Entre enero del 2014 y diciembre del 2015, se habían registrado al menos 594 ataques bélicos en la atención de salud en el mundo, con un resultante de 959 muertes y 1561 lesiones en 19 países con emergencias. Más de la mitad de los ataques fueron contra los centros de salud y la cuarta parte de ellos iban dirigidos contra trabajadores de la salud. En el informe se afirma, además, que el 72% de esos ataques fueron intencionados.

 

Está claro que la violencia contra los trabajadores de la salud es un patrón de funcionamiento a escala mundial, una nueva estrategia para multiplicar los efectos destructores y de terror en una guerra.

 

Y, según el informe oficial de la OMS, esto se extiende en todos los países, no solo en aquellos conflictos bélicos.

 

También en nuestro país, entre el 8% y el 38% de los trabajadores de la salud en nuestro medio, sufren violencia física en algún momento de su vida profesional. Y la proporción es mucho mayor cuando se consideran las amenazas y las agresiones verbales.


(Continúa en una Parte 2: Violencia estructural, guerra molecular y miseria>)


BLIBLIOGRAFÍA

 

  • [1] Unicef-Oxfam Intermon. “Un año de agenda 2030 en España mucho por hacer”. Septiembre 2016

https://old.unicef.es/sites/www.unicef.es/files/un_ano_de_agenda_2030_en_espana.pdf

  • [2] “El peor ataque de armas químicas en años deja decenas de muertos en Siria”. The New York Times. 24/01/17. Consultado con fecha 29/05/17

https://www.nytimes.com/es/2017/04/04/siria-ataque-quimico-idlib/

  • [3] “Syria/Syrian chemical programme – National executive summary of declassified intelligence”. París, Francia: France-Diplomatie, Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia. 03/09/13. Consultado con fecha 29/05/17.

http://www.diplomatie.gouv.fr/IMG/pdf/Syrian_Chemical_Programme.pdf

  • [4] “Bodies still being found after alleged Syria chemical attack: opposition”. Líbano, Turquía: The Daily Star. 22/08/13. Consultado con fecha 29/05/17.

http://www.dailystar.com.lb/News/Middle-East/2013/Aug-22/228268-bodies-still-being-found-after-alleged-syria-chemical-attack-opposition.ashx

  • [5] “Syria blames rebels for alleged chemical attack”. CBC. 22/08/13. Consultado con fecha 29/05/17

http://www.cbc.ca/news/world/syria-blames-rebels-for-alleged-chemical-attack-1.1310351

  • [6]  McDonnell, Patrick J. “Syrian rebels allege new gas attack by government”. 21/08/13. latimes.com. Consultado con fecha 29/05/17

http://articles.latimes.com/2013/aug/21/world/la-fg-syria-poison-gas-20130822

  • [7]  “La CNFORS acusa al Gobierno de cometer un ‘genocidio’ con el uso de armamento químico contra la población civil”. europapress.es. Europa Press. 30/08/13. Consultado con fecha 29/05/17.
  • [8] Syria gas attack: death toll at 1,400 worst since Halabja. The week, 22/08/13. Consultado con fecha 29/05/17

http://www.theweek.co.uk/world-news/syria-uprising/54759/syria-gas-attack-death-toll-1400-worst-halabja

  • [9] «Todo lo que sabemos acerca de la mega-bomba que EEUU lanzó en Afganistán!. Cambio 16. Internacional. 13/04/16. Consultado con fecha 29/05/17

http://www.cambio16.com/actualidad/todo-lo-que-sabemos-acerca-de-la-mega-bomba-de-los-eeuu-lanzo-en-afganistan/

  • [10] Fouad, Fouad M et al.. Health workers and the weaponisation of health care in Syria: a preliminary inquiry for The Lancet–American University of Beirut Commission on Syria.The Lancet. 14/04/17. Consultado con fecha 29/05/17

http://www.thelancet.com/pdfs/journals/lancet/PIIS0140-6736(17)30741-9.pdf

  • [11] WHO. «Attacks on health care: Prevent, protect and provide. Report on attacks on health care in emergencies. Based on consolidated secondary data 2014 and 2015. 05/16. Consultado con fecha 29/05/17

http://www.who.int/hac/techguidance/attacksreport.pdf

  • [12] Enzensberger, H.M. (1994). Perspectivas de guerra civil. Anagrama. Barcelona. 86 págs. Edición original: Suhrkamp, Francfort, (1993)
  • [13] Johan Galtung. Violencia, guerra y su impacto: Sobre los efectos visibles e invisibles de la violencia en Polylog. Foro para filosofía intercultural 5. 2004

http://them.polylog.org/5/fgj-es.htm

Es la traducción de la primera parte de un artículo programático anterior, After Violence: 3R, Reconstruction, Reconciliation, Resolution. Coping With Visible and Invisible Effects of War and Violence, disponible online en el sitio web de Transcend: Peace and Development Network

http://www.transcend.org/TRRECBAS.HTM

  • [14] Galtung, Johan (2003), Violencia Cultural, Guernika-Lumo, Gernika Gogoratuz, p. 9; más desarrollado en Galtung, Johan (1980), The Basic Needs Approach, en Katrin Lederer, David Antal y Johan Galtung (Eds), Human Needs: A Contribution to the Current Debate, Cambridge (Massachusetts), Oelgeschlager, Gunn & Hain; Koningstein, Anton Hain, p. 55–125.

https://www.transcend.org/galtung/papers/The%20Basic%20Needs%20Approach.pdf

  • [15] Galtung, Johan (2003) Trascender y transformar. Una introducción al trabajo de conflictos, México, Transcend – Quimera, introducción.
  • [16] Arteaga Botello, Nelson (2006). Reseña de «Transcender y transformar. Una introducción al trabajo de conflictos». Espacios Públicos, vol. 9, núm. 17, febrero, 2006, pp. 481-484. Universidad Autónoma del Estado de México. Toluca, México

http://www.redalyc.org/pdf/676/67601733.pdf.

  • [17] Galtung, Johan (2003) Paz por medios pacíficos. Paz y conflicto, desarrollo y civilización, Bilbao, Gernika Gogoratuz.
  • [18] Galtung, Johan (2003) Paz por medios pacíficos. Paz y conflicto, desarrollo y civilización, Bilbao, Gernika Gogoratuz.
  • [19] Galtung, Johan (1998) Tras la violencia, 3R: reconstrucción, reconciliación, resolución. Afrontando los efectos visibles e invisibles de la guerra y la violencia, Bilbao, Gernika Gogoratuz. Pag.16
  • [20] Citado por Fundación Martin Niemoeller.

http://martin-niemoeller-stiftung.de/martin-niemoeller/originaltexte.

  • [21] Galtung, Johan (1998) Tras la violencia, 3R: reconstrucción, reconciliación, resolución. Afrontando los efectos visibles e invisibles de la guerra y la violencia, Bilbao, Gernika Gogoratuz. Pag. 14

 Enlace a la publicación en el medio: http://blogs.publico.es/salud-y-pensamiento/2017/06/06/violencia-contra-la-sanidad-parte-1-militarizacion-de-estrategias-destruccion-y-dano/


 

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